R3 Decálogo para el contemporáneo temporáneo

Entrevista de Cristiano Gabrielli a Claudia Bellocchi

Resistencia es un puente entre las realidades artísticas y culturales de México e Italia.

Se vuelve importante, en una época en la cual los lenguajes se globalizan, individuar testimonios de diferencias y de diversidad, también y sobre todo respecto a instancias y estímulos comunes entre territorios geográficamente lejanos, pero tal vez más cercanos y relacionados de lo que se piensa, respecto a problemáticas, exigencias y criterios.

La insistencia de dinámicas afines y de urgencia común, llama necesariamente a la movilización global, al reagrupamiento  y a la plataforma, a la respuesta y a la aclaración, a la configuración de grupo y lucha de masa contra las violencias y los cinismos del sistema. 

Para la apropiación de la experiencia y la resolución del conflicto, el artista elabora estrategias personales que puedan restituir el alma y la humanidad de lo privado a los temas públicos, la personalidad y la introspección que en las dinámicas colectivas frecuentemente se diluyen, se decoloran y se aplanan excesivamente.

Charlando con Claudia Bellocchi de su trabajo artístico, de su experiencia personal, intentaremos que establezca, entre lo serio y lo gracioso y una que otra provocación, su “decálogo para el contemporáneo temporáneo”, al hacerle elegir diez imágenes que sean emblemáticas respecto a sus “mandamientos”.

CG- Claudia, ¿cuántas mujeres puede y debe ser una mujer para lograr ser auténticamente ella misma, en la época de las guerras de género y de las artistas con la M mayúscula, súper empeñadas en la reivindicación de roles y responsabilidades, sociales e intelectuales?

Es decir, si no me perdí nada, trabajas pictóricamente y gráficamente acerca del doble, sobre las representaciones y las máscaras del yo, que tal vez sea más correcto describir como un trabajo sobre la multiplicidad en continuo descubrimiento y evolución. Te mides y al mismo tiempo te muestras con mucha personalidad en tu camino de resolución y de transformación continua, a veces juegas con el enmascaramiento, te confrontas con el performance, también están las lecturas y las dramatizaciones poéticas, el trabajo en una empresa, la pasión por el tango y Argentina, escribes sobre arte, sobre locura y sobre el diálogo entre culturas.

Es difícil seguirte el paso, algunos tal vez se hagan una imagen un poco contradictoria o inquietante de ti. ¿O es esa la intención? ¿Tú logras seguirte el paso? ¿No te inquietas, no te pierdes nunca algo, de ti misma, en esta búsqueda, en el intento de encontrarte?

CB- Regularmente hago asambleas de colonos, para hablar con todas. No sé cuántas mujeres debe ser un mujer. No he entendido aún si soy una o muchas. Lo descubriré cuando sucederá.

Personalmente sintiéndome poliédrica me gusta expresarme en todos los modos que mi camino de autenticidad me traza. Ciertamente a veces disimulo o desplazo intencionalmente porque no me gusta ser codificada o estereotipada. Me gusta jugar al revés, o desorientar para defenderme, por ironía o para retar a mi interlocutor a encontrarme realmente: cuando lo hago sé exactamente dónde estoy.

En general no me pierdo porque tengo cada vez más conciencia sobre mi espectro humano. Me es difícil hacer una síntesis. En general sé exactamente donde pongo el corazón y sé cuándo sufro. En estos dos aspectos hay sólo un ser humano, yo.

1 ) No tengas miedo de expresarte.

Dancer Joan Mirò  (1925)

CG- ¿Nos contarías la verdad privada y absoluta sobre tu trabajo o sobre tu experiencia artística que no has confesado nunca a nadie?

¿O el artista debe mantener más de un centímetro privado, en una época demasiado social y platicadora que tiende demasiado a la confesión-río, al flujo de conciencia, al intimismo y al íntimo pregonado? ¿Hay necesidad de una zona de misterio y de sombra para continuar a buscar y rebuscar y no descubrirse al final privados… de todo?

CB- ¿Cuál es la verdad de mi trabajo? Soy auténtica. En época social difícilmente se entiende la autenticidad, se sobreentiende porque se busca ir más allá de lo que el otro no tiene, o al misterio de cada uno. ¡Yo soy un misterio a mi misma! Entonces, ¿qué decir? Tal vez desde afuera es todo más claro, en este caso las sugerencias son bien recibidas.

No sé cómo parezco. La dimensión íntima me es fundamental. ¡Lo íntimo social es el de la lencería! O del físico que no es una intimidad real si no se estableció primero un acuerdo. Lo íntimo pregonado en los medios sociales no lo comprendo: me parece una publicidad de una bebida, de un preservativo o perfumo o de unas vacaciones exóticas. Compartir no puede ser social, sino sólo íntimo.

2) Sé auténtico.

Modelo con silla de mimbre, Edvard Munch (1919-1921)

CG- Hoy se valoran y se “redescubren” todas las mujeres y artistas del pasado muy auténticas, incluso si a mi parecer no todas de calibre, pero todas con experiencias densas, una vitalidad y una existencialidad estallada, que a veces se propone mucho más prepotente que la obra en sí.

Avelina Lesper, crítica mexicana contracorriente, ha declarado que el modelo de género, el argumento “orientado a lo social” y a la declinación  a través de algunas técnicas y modalidades son muy frecuentemente un chantaje que se aplica al espectador y una táctica cómoda para cubrir la nada.

Cristina Civale, una crítica argentina comprometida con la posición opuesta, ha declarado que ahora el arte puede y debe mostrar que tiene tetas, en la manera que considere oportuna.

¿Es la época justa para las verdades personales, sea interiores que exteriores o vencen y deben vencer en virtud de la urgencia y necesidad las apariencias y las pertenencias? ¿No es un poco una moda, una pose de masa, no se queda corto o restringe la originalidad de la mujer, estas referencias puntuales a algunas artistas y modelos tan únicos?

¿Tú qué piensas de los fines que justifican los medios, incluso aquellos insuficientes?

CB- Regresamos al tema del esterotipo o del contra-estereotipo. Pienso que si una obra de arte es auténtica lo es y punto. No se puede leer todo de una sola manera. Si “conmueve” ya ha tenido una función social.

No me siento en el rol de definir qué es una obra de arte o cuál artista está sobrevalorada o no. No me pongo desde este punto de observación. Hay artistas que siento más cercanas a mi camino que otras. Cuando los medios hacen un personaje desde una persona (artistas incluso) se corre el riesgo de que se convierta en el único modelo. Tal vez es necesario regresar a la persona. Además, ¿Porqué las tetas? ¡Viva la obra Dorina de Carol Rama! Autonomía antes que nada.

Hasta hoy he sido siempre una “outsider” y por eso estoy pagando un precio caro pero que me dio también la libertad de no tener que dejar tributos asociativos o de corporación. Como mujer y artista he sentido sobre mi toda la fatiga de la lucha por ser aceptada a la par. A la par en la diferencia, obviamente. Piensa sólo en el mundo laboral en una empresa: en el nivel apical, el porcentaje femenino sigue siendo muy bajo. El machismo no es solo una forma de pensar, es una forma de actuar y evaluar tanto masculina como femenina.

Es necesario entender qué hay detrás de ciertos fenómenos de los medios/sociales y si tienen un contenido. En general si no llevan contenidos no llevan a nada.

Recientemente leí un libro de aforismo (El hilo del ser de Paolo Menghi) en el cual hay una frase tipo: "no desdeñes si el alumno comienza imitando al maestro: incluso los niños aprenden de los adultos. Es de esperar que cada estudiante encuentre la manera de ser un auténtico maestro de sí mismo".  
No sé si me salí un poco del tema.

3) Sé una persona, no un personaje.

Dorina acuarela sobre papel, Carol Rama (1945)

CG- En el trabajo que presentas hablas de víctimas y de abuso. Veámoslo desde otro punto de vista, ayudándonos con una metáfora.

Si el artista es un asesino serial con sus acciones impactantes y manifestadas, con sus rituales, sus Gestalt y sus “exposiciones”, la obra de arte lograda podría definirse entonces como la narración, la representación o el cumplimiento de un delito perfecto.

Eres una artista: ¿quiénes son las víctimas de tus delitos perfectos? Respecto al hacer artístico, en tu experiencia, sentirse liberados, sentirse culpables, sentirse responsables, sentirse inocentes o víctimas, ¿son posiciones que colindan o que rozan entre ellas en el momento sucesivo a la obra? Y en la vida, ¿qué sucede?

CB- ¿Tienes presente el juego “unir los puntos”? Exacto, no es así de sencillo. Pimero debes unir los puntos y no sabes en qué orden están (no tienen números) y después los unes y no sabes qué figura saldrá. La obra en sí es sólo una pista, un elemento que a veces podría reiterarse como si fuera una letra de un alfabeto secreto. No pienso que baste una vida para expresar “el delito perfecto”.

Exponer quiere decir ponerse al desnudo y a veces hay pudor y emoción porque quien sabe leer podría también leer y entender todo, incluso más de lo que el autor quiere admitirse a sí mismo. A veces esto es un problema también para el artista.

La línea que une los puntos es el “delito perfecto”. Los puntos a veces se encienden por partes, otras veces se mantienen silenciosos. Cuando se enciendan todos al mismo tiempo y la linea punteada se convierta en algo continuo, entonces, si no me da un infarto, podré decir que hice: BINGO!

4) Une los puntos

Pietá, Käthe Kollwitz (1903) 

CG- ¿Tienes rituales e imágenes recurrentes, recetas que proponer, respecto a la ejecución del trabajo artístico? ¿o gana y debe ganar la realización y la conformación verdadera, la que pasa a través de la urgencia del tema, la emoción y subjetividad personal , la elaboración creativa de temas existenciales y de lo vivido?

Pruebo a explicarme mejor: una vez me explicaste que según tú el público del arte “aprecia y reconoce los platos refinados pero al final es atraído más por el equivalente del guisado casero”. Lo confirmas también ahora que, parece que no sólo gastronómicamente, en las preferencias impuestas a través de la producción cultural triunfan sobre todo los guisados gourmet y menos los caseros?

CB– Cada uno es el que es y se mantiene como tal en su expresión si es auténtico.

Actualmente estoy escribiendo un cuento: “La teoría de la paella”.

Personalmente odio la cocina molecular, el plato no debe ser demasiado sofisticado. En general es sofisticado o porque se esconden los alimentos que salieron mal o porque el cocinero tiene una forma de autoerotismo con la comida que no llega muy frecuentemente a quien lo consume. Volviendo sofisticado el plato los elementos que lo componen pierden sus connotaciones.

El parmesano es parmesano, huele como el parmesano y puede ser más o menos añejo pero si lo transformamos en algo light o “gourmet” pierde su esencia. Se le puede acompañar con elementos que aligeran o exaltan sus características organolépticas; no lo presentaría nunca “gourmet” y no lo querría presentado así.

5) De vez en cuando prepárate comida casera.

Ortolano, Arcimboldo (1587-1590)

CG- ¿Qué significa hoy ser diferentes, en una sociedad profundamente definida por modelos de éxito y también un poco ilusionada por terapias autógenas que forman, informan y dictan modas, “novedades”, actitudes, desviaciones, modalidades de expresión “transgresivas”?

¿Qué consecuencias tiene para un artista confrontarse con los territorios de la locura y de la incomprensión en la época de la inteligencia y la sensibilidad colectiva? Incluso si la expresión vuelve a ser interpretada como un hecho colectivo, ¿dónde termina lo diferente?

El multiplicarse de las plataformas, de expresiones, de reivindicaciones, de manifestaciones, ¿no termina por entregarnos un mundo “superflat”, plataformado y heterodirecto, declarado según las imágenes y los prototipos deseables y por lo tanto también un poco pornográficos, en la simplificadora categorización por etiquetas, géneros, posibilidades de manifestación?

CB- Ser diferentes quiere decir ser libres de ser nosotros mismos en la propia unicidad, pero también pagar el precio. Muy seguido no se es entendido o se es malentendido y de cualquier manera, se es incómodo. Lo explicaron Foucault y también Goffman hace algunos años.

Los territorios definidos como Locura (pero que para mí no lo son) me pertenecen, aunque para mí significa jugar en casa. Eso quiere decir de un lado sentirme cómoda pero del otro, como escribió Marcela Serrano “tener que enfrentar cada día mi discordancia”.

No me gusta la pornografía, prefiero el erotismo.

6) Sé libre.

«Stultifera navis» Claudia Bellocchi , 2017

CG- Arte-vida, parece ser la ecuación que, desde el final de 1800 hasta hoy parece acompañarnos… Siempre y cuando consideres todo el postmoderno como vida exhibida y no como exhibición suplente de simulacros. ¿Estamos en esto, Claudia? ¿Se exhiben los simulacros, los fetiches para representar el arte como criatura todavía viva, como en las religiones?

Leía hace unos días en una nota de Umberto Boccioni una reflexión muy contemporánea e interesante, en mi opinión: “Si no se logra volver a poner el Arte en la Vida en la posteridad reirán de nosotros.”

El Arte en la Vida y no la vida en el arte…

A mí me hace pensar en toda una seria de operaciones que están en la onda pero que descuidan la necesidad de la expresión, de la narración, la densidad en favor de la crónica… Según tú, ¿se reirán de nosotros en la posteridad? ¿Por qué motivos?

CB- A la posteridad la ardua sentencia.

7) No te hagas pajas mentales.

Nick Carter, caricatura: “Y EL ÚLTIMO… CIERRA LA PUERTA» , Bonvi 1982

CG- Como artistas, según tú, ¿somos lo que entendemos, somos lo que los otros nos sugieren o buscamos entender más lo que somos? ¿Estás a favor del riesgo de la experiencia o por la conformación de los resultados y las observaciones como ejemplo ejemplar a pesar de su proveniencia?

Parece que el ejercicio de la “influencia” y también su difusión endémica sea un tema central ahora… o tal vez siempre lo ha sido si pensamos cómo el lenguaje artístico ha servido siempre como propaganda en varias épocas, incluso recientemente. ¿Y las terapias contra la influencia?

Un artista, para ser un anticuerpo contra lo obvio y la ortodoxia, ¿No tiene tal vez el deber de mantenerse no homologado? ¿Cuál es tu aspirina artística, el arma que usas para mantenerte auténtica y para liberarte de las orientaciones “ambientales” demasiado marcados?

CB- La medicina: sueño.

8) Sueña.

Le Bouquet jaune, Marc Chagall circa 1975

CG- ¿Qué es para ti el viaje, o el deseo de confrontarte con la realidad de un país distinto respecto al que vives? Eres italiana pero has trabajado mucho en Argentina y tienes un vínculo muy estrecho y particular con este país, has expuesto en el exterior varias veces y ahora en México…

¿Alguno en Italia dice, claramente fuera de lugar y bastante tontamente, pero lo aceptamos como provocación, que los que “se van” a otro lugar y escogen un lugar distinto para vivir, expresarse y trabajar escapan… ¿De qué “se escapa” cuando uno se mueve de Italia? ¿Tú regresas a ti misma o quieres huir de algo cuando traes tu trabajo y a ti misma en diálogo con otros ámbitos geográficos, antropológicos y artísticos?

CB- No puedo escapar de mi misma o no lo logro. Hay una afinidad electiva con Buenos Aires en particular, pero todo Latinoamérica me llama fuertemente: en términos espirituales, afectivos pero también en términos de oportunidades artísticas concretas, etc.

El porqué no se puede explicar. En Italia tengo afectos y expongo y es un poco como la familia de origen, mientras que Buenos Aires es un poco como un novio apasionado y cariñoso. En Latinoamérica encuentro una mayor vivicidad expresiva que se empareja mejor con mi carácter.

9) Encuentra las afinidades electivas.

El psicoanálisis, con rabia roía el cráneo por dentro y por fuera, Marcia Schvartz (2018)

CG- Groucho Marx dice “esta tensión es insoportable, esperemos que dure.” Nosotros hemos terminado la entrevista, Claudia. ¿Cómo te gusta terminar las cosas que te agradan? ¿O esperas que duren para siempre y se debe trabajar en esta dirección de permanencia? ¿Y las cosas que odias cómo las concluyes?

CB- Como concluiría Groucho: “En el fondo en cada creencia hay una verdad. En el fondo a cada salas hay un aparador. Esto demuestra indiscutiblemente que las salas existen.»

Y… si no logras salir del túnel, al menos amúeblalo.

10) Sé anárquico y sobre todo, no sigas este decálogo.

La maja del tarot , Leonora Carrington 1965

Claudia Bellocchi

https://www.facebook.com/claudia.bellocchi.7

#RESISTENCIA es un proyecto de MADE A.C. https://www.facebook.com/madeasociacion/
Dirección artística y diseño Cristiano Gabrielli
Producción, mediación cultural y traducciones Vanya Saavedra
Registro fotográfico y de video German Torres

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