entrevista de Cristiano Gabrielli a David Fagioli
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Resistencia es un proyecto de intercambio artístico entre dos realidades territoriales muy diferentes: Italia y México.
Trabajamos, como artistas independientes, como maestros y operadores o mediadores culturales, en una época en la cual el arte parece que cada vez más frecuentemente manifiesta una actitud al lenguaje global y al “modismo”.
En lugar de trazar direcciones, persigue los gustos de las personas, de los mercados y guiña al plafón cultural decidido con anticipación respecto a modelos de consumo prestables, incluso respecto a lo que es definido como inovación y provocación.
Como público, cada vez más seguido nos encontramos frente a mecanismos de fruición preestablecidos, a interacciones que nos proponen caminos de entretenimiento codificados, a aplicacaciones en lugar de profundización.
Existe también la idea, sobre todo en la didáctica y en las experiencias formativas, que en pocas y fáciles reglas certeras se puedan indicar recetas y fórmulas para las operaciones artísticas y técnicas.
Platicando con el escultor David Fagioli de su trabajo artístico y de sus experiencias, probaremos a hacerle establecer, entre lo serio y lo chistoso, su “decálogo para el contemporáneo temporáneo”, haciéndole escoger diez imágenes que sean emblemáticas para cada uno de sus “mandamientos”
CG- David, frecuentemente has definido tu trabajo de escultor de manera muy directa y simple declarando: “yo ocupo un espacio”. Para ti, ¿qué significado tiene el concepto de resistencia respecto a esta actitud?
Pienso en el momento histórico actual, en el cual esta modalidad de “squatter”* es alentada cálida y socialmente para todos, incluso sugerida a los pueblos y a las masas; en donde el discurso artístico sufre varias formas de demagogía y parecen reflorecer esas cualquiercosas, esos protagonismos y presencialismos tan queridos por ciertas expresiones de régimen que tú has revisado frecuentemente en tu trabajo….
En comparación con los inicios de tu carrera artística, ¿ha cambiado en algo tu manera de manifestarte e imponerte, o de buscar imponer tu presencia y tu trabajo?
*squatter: paracaídistas, persona que ocupa un espacio de manera ilegal.
DF- Para mí, el significado de Resistencia, hoy es sobre todo resistir a nosotros mismos. O más bien resisitir a eso que nos aleja de nuestra alma, así que a todo lo que es generado también por nosotros.
Desde que comencé mi carrera he visto las relaciones humanas convertirse en algo cada vez menos tridimensionales y por lo tanto menos humanas. Tal vez por “Resist-acción”, he persistido con la escultura de bulto redondo, sin pensar demasiado a lo que “artísticamente” me rodeaba y me rodea aún ahora.
1) Yo soy mi patrón y no tendré otro patrón excepto yo mismo.
CG– En México muchos tienen la idea que Italia es parte de un “primer mundo” sea en la cultura que en la economía, por pertenecer a Europa, que en el pasado y actualmente traza direcciones respecto a la innovación y al desarrollo. ¿Somos modelos a nuestro pesar y a pesar de la realidad?
¿Qué idea tienes de México y de su “caldo” artístico y cultural, qué sabes?
Una posición anticolonialista, una originalidad expresiva territorial fuerte, un cierto patriotismo que vuelve a alzar la cabeza, una denominación de origen geográfica e inspiraciones respecto a la cultura autóctona, varias formas de “tercermundismo orgulloso”, ¿pueden ser direcciones de crítica o de trabajo útiles o en su lugar son respuestas falsas?
En el pasado y recientemente has trabajado sobre las deudas y créditos de Europa por ejemplo con respecto a África, sobre nuestro colonialismo y prejuicio. ¿Hay prejuicios a evitar absolutamente o algunos son salvíficos y otros mortíferos?
DF-Italia se está volviendo un lugar feo, con gente fea. No sé a cuál de los primeros mundos pertenezca.
De México conozco muy poco y esta exposición ha sido para mí la primer ocasión para abrazar esta tierra lejana a distancia, pero cercana a mi sensibilidad por las temáticas que me ha sugerido.
Sobre los prejuicios, no sé responderte, pero pienso que es necesario liberarse de los sentimientos de culpa, de los inútiles orgullos y leer la historia y las historias. Resistir a la tentación de la adecuación y de la negación.
2) No nombrarás el nombre de Carlos Santana en vano.
CG– Como escultor me permito observar que la escultura a menudo es usada mal y tratada aún peor: ¿estás de acuerdo o en desacuerdo?
De un lado está todo lo monumental, aún con sus derivaciones fetichistas, gigantescas y pop, y la estatuaria pública y civil de cada estilo en su horror y banalidad, y del otro el triunfo de la instalación y de la “belleza autosignificante y árida del objeto”, el simple juego de la ocurrencia sobre las palabras y el lenguaje en un arte conceptual bastante asfixiado… entonces, ¿practicamos realmente, como advertía Arturo Martini*, una disciplina que corre el riesgo de descubrirse muerta?
¿Somos los últimos representantes de un oficio extinto? O por el contrario, ¿se puede todavía ambicionar a algún respiro de “eternidad”? La artesanía, el “saber hacer”, ¿son salvación o trampa? ¿Y la tecnología?
*Arturo Martini (1889-1947) fue uno de los principales escultores italianos del periodo entre guerras mundiales. Él se movió entre un vigoroso clasicismo (casi romano antiguo) y más tarde el modernismo. En 1939 abandonó la escultura estatuaria en conjunto y escribió un libro titulado «La escultura está muerta», entre coas en respuesta a la estètica del régimen fascista bajo el cual los escultores italianos tenían que servir.
DF– Respecto a la muerte de la escultura advertida por Arturo Martini, años atrás respondía que la escultura era una lengua muerto y precisamente por eso no se le podía matar. Ahora, además de ser una lengua muerta, es una lengua otra. Una lengua orgullosa. Cuando se concede la escultura, ya no es escultura. La escultura propensa o arrodillada al espectador me repugna.
3) Recuerda que la escultura existe.
CG– En mi opinión, veo y asisto, tanto en la escena artística como en la sociedad, una gran cantidad de choques generacionales, a menudo absolutamente instrumentales e inútiles.
Están los que ayer eran “los jóvenes outsiders emergentes”, pienso a la generación de Koons, Hirst, Cattelan, Kapoor, Murakami… los que han envejecido jugando a los provocadores y se han institucionalizado en triunfos a través de la conviviencia con las pantallas del mercado y “el sistema del arte”.
Después está todo el fomento y el interés sobre el arte “joven” o “el talento emergente” (es una carta que el mercado intenta usar siempre en realidad), la solicitación de trabajos frescos y en un cierto sentido seminales, carentes de esfuerzo o con un empeño sólo de piel, casi un “listo para llevar” del arte. ¿Y la generación de los de 50 años, como tú?
Soy parte de ella también yo… somos los eternos fuera de coro por vocación y actitud, ¿o es el sistema el que en realidad decretó en algún sentido la no congruencia de nuestras propuestas?¿… pero son realmente “otras”? ¿Cómo ves la situación desde tu punto de vista? ¿Qué dirías y qué dices como maestro a los llamados “jóvenes” que afrontan hoy la calle de la expresión artística? ¿Y a los de nuestra generación?
DF– Yo aboliría las generaciones.
Las generaciones generan: viejos artistas, jóvenes artistas, artistas outsiders, artistas alternativos, artistas institucionales y artistas de calle.
Debo decir que estimo más a los artistas cuando están fueras de contextos artísticos pero, cuando estamos en nuestro mundo, generalmente somos aburridos y poco espontáneos. A los jóvenes les digo que traicionen la tradición.
4) Honra y abandona al padre y la madre.
CG– En tu trabajo hablas a menudo del poder, de sus lenguajes. El arte ha siempre dialogado e interactuado con el poder y la comisión, tal vez todas las posiciones son respetables… ¿o no?
Según tú, ¿es justo para promover la propia carrera, pactar con el poder, saber cómo complacerlo o aprender a hacerlo precozmente desde los procesos formativos? ¿Has tenido que hacerlo alguna vez?
¿Son posibles las estrategias “faustianas” en las cuales el alma se vende sólo temporalmente? Para tener atención, para imponerse a la atención y “ocupar un espacio”, ¿es justo y sacrosanto seguir las tendencias y las peticiones, incluso las implícitas, del mercado o los dictados de la “producción cultural”?
DF– La estrategia no es exactamente mi fuerte.
Cada uno de nosotros continúa y se desarrolla a sí mismo como sabe y como puede. Si yo no he pactado y complacido, ha sido sobre todo por una incapacidad mía. Amo sólo el poder y el gozo de realizar un buen trabajo.
5) Intenta no matar.
CG– ¿Cómo te pones respecto a lo sacro, lo religioso?
Una vez a propósito de este discurso te definiste “un blasfemo sagrado”, has realizado al menos una imagen sagrada “espástica” que yo recuerde… Hoy existe un misticismo bastante globalizado, hay un montón de soluciones escatológicas a la mano para todos, desde la autoayuda pasando por las ciencias neurolingüísticas, los chamanismos, los gurú, pareciera una nueva onda acuariana y un retorno a los 70´s…
¿El arte ha abandonado el discurso místico y religioso o simplemente se volvió aún más supersticiosa, aún cuando asume posiciones materialisticas o cientísticas?
DF– El arte es por si misma, sagrada. Dios fue el primer escultor. Adán la primer escultura.
6) Sé puro y comete actos impuros.
CG- ¿Qué es para ti la periferia, también la cultural? ¿Alguna vez has refleccionado sobre cómo las dificultades que ésta tiene, difícilmente se resuelvan de manera práctica, mientras que son y se mantienen como contenedores siempre dialogantes con los “barrios altos”, sea territorial que metafóricamente?
A menudo parecen como pozos de recursos desde donde todos sacan con muchas ganas pero que nadie se ocupa de dar manutención o peor aún se vuelven “Indias o Áfricas” para saquear colonialísticamente y no son consideradas de ninguna otra manera…
Te lo pregunto para entender si realmente es posible salir de los “ghettos” o en su lugar es útil alzar las barreras y definirlos por su diferencia… ¿o tú qué situación o posibilidades diferentes ves?
DF- Observar el mare desde lo alto no te convierte en marinero. Para ser marinero tienes que vivir en el mar.
7) Roba y no escapes.
CG- ¿Cuál es el tipo de educación artística óptimo, sentimental y cultural para quien quiere emprender una carrera como artista visual?
Sea la Academia, el autodidácta de los tutoriales, la Ciudad del Sol, la universidad de la vida, ¿piensas en algo diferente y nuevo o recorrerías y aconsejarías el percurso formativo que tú realizaste? (Liceo artístico, Academia, asistente en un estudio de otro artista, debut y carrera en el tuyo propio).
¿Qué es repetible y qué no, qué ha mejorado y qué ha empeorado en el “primer mundo” italiano y artístico de hoy respecto a 30 años atrás?
DF– El Dibujo, el Dibujo, el Dibujo.
Es el primer instrumento para la comprensión de todo. No hay realidad inmediata que pueda sustituirlo. Vamos hacia un mundo sin dibujo. Mis alumnos dibujan mucho.
8) No des falso testimonio, y dibuja.
CG– Hay trabajos en los cuales utilizas el embalaje y la evidencia escultórea es confiada al fragmento, a eso que se asoma del paquete. Yo lo leo como una manera de refleccionar sobre la potencia/potencial residuo de la escultura, sobre el ejercicio de deseo e imaginación que el espectador puede ejercer.
Pero tal vez alguno más malicioso puede considerarlo una táctica para “aligerar” el trabajo, simplificarlo, o vender luciérnagas por linternas, un poco como “el ladrillo” que se compraba incautamente envuelto en los mercados de Nápoles… bien embalado en su caja extranjera que se deseaba comprar pensando en que era una ganga.
Después de tantos años, ¿David Fagioli se ha cansado de esculpir? ¿Hay obras fáciles y obras difíciles? ¿O son los espectadores y su mirada los que simplifican y banalizan una obra o deciden darle profundidad? Recuerdo que una vez me hablaste de Baudelaire y su afirmación respecto a la “escultura como arte solitario”. ¿Tú adviertes alguna vez esta sensación o te la han provocado tus espectadores, respecto a tus obras?
DF- Aparentemente es frustrante para un escultor, ver que el espectador lee e interpreta una obra casi siempre desde un punto de vista errado o imprevisto. Pero antes, he afirmado que la escultura es una lengua otra, entonces de muy fácil “no comprensión”. Con el tiempo, cada vez me preocupo menos por el espectador. ¡Que viva Miles Davis*!
*Miles Davis nunca miraba al público y llevaba muchos años haciéndolo así. Hay dos teorías sobre esto: una es la del desprecio al público y otra es que en los grupos de jazz se necesita a alguien que dirija y él, con esa posición, los podía dirigir mejor con su trompeta». David apoya claramente la primera.
9) Desea todas las mujeres que quieras. ¿Qué tiene de malo?
CG- Estamos en el final David. Obviamente debo preguntarte en este punto si crees en los decálogos en general.
¿Has tenido alguna vez un libro/evangelio o la obra de otro que te ha guiado? ¿Tienes también tú un Maestro por redescubrir o un Gurú al cual agradecer? ¿Qué te sucede más: pecar y trasgredir repecto a las reglas que te asignas o seguir al pie de la letra los mandamientos que te das o que te han transmitido?
DF– Yo tuve un Maestro. Fui afortunado. Hice bien porque lo reconocí.
Era fácil de reconocer de cualquier manera. Los mandamientos cambian, el Maestro no.
10) No desearás los mandamientos ajenos.
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#RESISTENCIA es un proyecto de MADE A.C. https://www.facebook.com/madeasociacion/
Dirección artística y diseño Cristiano Gabrielli
Producción, mediación cultural y traducciones Vanya Saavedra
Registro fotográfico y de video German Torres
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